La ola invernal en Risaralda como en una gran parte del país, no sólo irá hasta agosto, sino hasta el periodo seco del próximo año, de acuerdo con el seguimiento que se está haciendo, así lo confirmó el director de la Carder, Julio César Gómez Salazar.
Agregó que este fenómeno de la “niña” de acuerdo con el seguimiento a través de radares y estudios de meteorología, “puedo evidenciar que llevamos 3 años en este fenómeno que he llamado “culto malicioso” porque son periodos de lluvias recurrentes que se van y vuelven”.
“Tenemos una humedad con frío, turbulencia, ventiscas y huracanes que han hecho que la problemática ambiental se nos dificulte mucho más porque los suelos de Risaralda son jóvenes, de ceniza volcánica y asociados a esto una agricultura y esto hace que tengamos remociones en masa grandes como el caso de La Esneda, barrio La Trinidad, las inundaciones en La Virginia y otros de la geografía risaraldense que nos comprometen la estabilidad y la seguridad de los ciudadanos.
¡Ojo con los suelos de Risaralda!
Según explicación del director de la Carder, los suelos de Risaralda son jóvenes, muy fértiles para la agricultura, pero suelos en los que se necesita hacer un trabajo más racional, de conservación, de protección; “deberíamos incorporar el árbol, proscribir desyerbar las fincas, solo limpiar, cortar el árbol y la maleza la vamos a utilizar como una fijadora de nitrógeno, porque la maleza amarra”.
Al quitar la yerba dejamos el suelo expuesto a los rayos del sol y las lluvias, vamos a matar la capa vegetal, necesitamos que esos nutrientes, ahora que están tan costosos los abonos, esos nutrientes los pueda proveer la naturaleza a través de fijadores de nitrógeno natural, como la coneja, el besito, muchas plantas benéficas.
“Por una pésima cultura que erradicó los árboles como el guamo por la cantidad de cafetos que llegaron, hicieron que estos suelos tuvieran problemas de nutrientes para lograr un equilibrio en la ecología, también riesgos, erosiones cárcavas, que fueran aflorando fenómenos y afectaciones geológicas”.
¿Qué está haciendo la Carder?
Venimos incorporando las obras de bioingeniería, donde utilizamos todos los mecanismos naturales, la guadua, el vetiver, el árbol y no hacerle labranza a la tierra, indicó Gómez Salazar
“La sugerencia es no tener ganadería en pendientes. Una vaca de 700 kilos sobre suelos deleznables, húmedos, lo que hace es deteriorarlos y acabarlo”.
En la Carder existe una subdirección dedicada a ayudar a capacitar a los campesinos, a colaborarle a la gente en lo que a cultivar y utilización de los suelos de la mejor manera se refiere, para hacerlos productivos y con poco riesgo.
En el caso de los ganaderos es importante que se puedan capacitar con el comité de ganaderos. Con Fedegán, la Carder viene haciendo trabajos de capacitación, de dónde tener sus ganados, cómo incorporar árboles que les produzcan proteínas y energía a las vacas.
Agregó que este fenómeno de la “niña” de acuerdo con el seguimiento a través de radares y estudios de meteorología, “puedo evidenciar que llevamos 3 años en este fenómeno que he llamado “culto malicioso” porque son periodos de lluvias recurrentes que se van y vuelven”.
“Tenemos una humedad con frío, turbulencia, ventiscas y huracanes que han hecho que la problemática ambiental se nos dificulte mucho más porque los suelos de Risaralda son jóvenes, de ceniza volcánica y asociados a esto una agricultura y esto hace que tengamos remociones en masa grandes como el caso de La Esneda, barrio La Trinidad, las inundaciones en La Virginia y otros de la geografía risaraldense que nos comprometen la estabilidad y la seguridad de los ciudadanos.
¡Ojo con los suelos de Risaralda!
Según explicación del director de la Carder, los suelos de Risaralda son jóvenes, muy fértiles para la agricultura, pero suelos en los que se necesita hacer un trabajo más racional, de conservación, de protección; “deberíamos incorporar el árbol, proscribir desyerbar las fincas, solo limpiar, cortar el árbol y la maleza la vamos a utilizar como una fijadora de nitrógeno, porque la maleza amarra”.
Al quitar la yerba dejamos el suelo expuesto a los rayos del sol y las lluvias, vamos a matar la capa vegetal, necesitamos que esos nutrientes, ahora que están tan costosos los abonos, esos nutrientes los pueda proveer la naturaleza a través de fijadores de nitrógeno natural, como la coneja, el besito, muchas plantas benéficas.
“Por una pésima cultura que erradicó los árboles como el guamo por la cantidad de cafetos que llegaron, hicieron que estos suelos tuvieran problemas de nutrientes para lograr un equilibrio en la ecología, también riesgos, erosiones cárcavas, que fueran aflorando fenómenos y afectaciones geológicas”.
¿Qué está haciendo la Carder?
Venimos incorporando las obras de bioingeniería, donde utilizamos todos los mecanismos naturales, la guadua, el vetiver, el árbol y no hacerle labranza a la tierra, indicó Gómez Salazar
“La sugerencia es no tener ganadería en pendientes. Una vaca de 700 kilos sobre suelos deleznables, húmedos, lo que hace es deteriorarlos y acabarlo”.
En la Carder existe una subdirección dedicada a ayudar a capacitar a los campesinos, a colaborarle a la gente en lo que a cultivar y utilización de los suelos de la mejor manera se refiere, para hacerlos productivos y con poco riesgo.
En el caso de los ganaderos es importante que se puedan capacitar con el comité de ganaderos. Con Fedegán, la Carder viene haciendo trabajos de capacitación, de dónde tener sus ganados, cómo incorporar árboles que les produzcan proteínas y energía a las vacas.