El lanzamiento de la nave espacial Starship de SpaceX terminó en una explosión cuatro minutos después del despegue. La nave, que estaba destinada a casi completar la vuelta al mundo en hora y media y amerizar cerca de Hawaii, sufrió una falla en su trayectoria prevista debido a la insuficiente velocidad y la falla de varios motores. El sistema de destrucción del vehículo tuvo que ser activado.
A pesar del fracaso, SpaceX se mostró eufórico, etiquetando la explosión como un "desarme rápido no programado". Los expertos señalan que la nave, que es comparable en tamaño y potencia al Saturno 5 de la era Apolo, tiene el potencial de llevar al ser humano de vuelta a la luna.
El empresario y fundador de SpaceX, Elon Musk, dijo que el lanzamiento fue emocionante y sirve como una oportunidad para aprender y mejorar. Sin embargo, el nivel de éxito del lanzamiento fue bajo, ya que SpaceX considera cualquier resultado que no sea una explosión en la rampa de lanzamiento como un éxito.
Aunque la nave no logró su objetivo, la misión de Starship es muy ambiciosa y tiene como objetivo llevar al ser humano a la luna y más allá. SpaceX continuará trabajando en el desarrollo y mejora de la nave para futuras misiones espaciales.