Después de 23 años del ataque por parte de las Farc, los sobrevivientes siguen recordándolo como si fuera ayer.
El 01 de septiembre del año 2000 marcó la historia del Ejército Nacional en el departamento de Risaralda, cuando cerca de 300 integrantes de los frentes 9, 48 y Aurelio Rodríguez de las Farc atacaron la base militar de Montezuma en Pueblo Rico, empleando pipetas cargadas con explosivos, granadas y morteros y dejando un total de 10 militares fallecidos, entre esos quien era el comandante del Batallón San Mateo, Teniente Coronel Jorge Eduardo Sánchez Rodríguez.
A esta cifra se le suman los siete integrantes de la tripulación del avión fantasma que, al prestar apoyo a los hombres que se debatían entre la vida y la muerte, chocaron contra el imponente cerro Tatamá.
Es por eso que cada año, dentro de las instalaciones del Batallón de Artillería de Campaña N.°8 San Mateo, con respeto y orgullo se realiza un sobrio homenaje para recordar a los “héroes de Montezuma”, jóvenes que siguieron al pie de la letra la oración patria, especialmente cuando dice: “ser soldado tuyo es la mayor de mis glorias, mi ambición más grande es la de llevar con honor el título de colombiano y llegado el caso morir por defenderte”.
