Con la entrega de 1064 Mercados Sociales en Quinchía, Guática y La Virginia culminó el Gobernador Victor Manuel Tamayo el programa Risaralda sin Hambre, un beneficio que durante cuatro años consecutivos acompañó a miles de risaraldenses de escasos recursos económicos.
El primer mandatario de Risaralda asumió este encuentro como una despedida temporal, porque aseguró continuar realizado labor social que lo ha caracterizado.
“Entregando ayudas alimentarias como ha sido nuestra costumbre y devoción, aprovechando para expresarle a la gente toda nuestra gratitud por las expresiones de cariño que siempre he recibido de parte de ellos, han sido momentos con mucha emoción y mucho sentimiento, incluso con lágrimas, nos vamos con la satisfacción del deber cumplido, sobre todo por la alegría de haber podido calmar hambres, porque para nadie es un secreto que en Risaralda sigue habiendo hambre y por eso nunca hemos renunciado a nuestra esencia social”.
La agenda inició en la Villa de los Cerros, donde 500 quinchieños recibieron su mercado y se destacaron el noble actuar del gobernador, "estoy muy agradecido, primero con Dios y con el señor Gobernador, siento que él ha sido para nosotros un padre y un verdadero pastor que no predica con palabras sino con hechos, con mercados, ayudando con operaciones a la gente, es un verdadero evangelista”, mencionó Daniel Casallas, uno de los beneficiarios.
Seguidamente, el Gobernador y su equipo de trabajo llegó hasta el coliseo de Gúatica, donde 271 beneficiarios de las ayudas sociales lo estaban esperando con bolsas para empacar el Mercado que consta de más de 15 productos y está proyectado para alimentar a 5 personas durante un mes.