Los seres humanos estamos en peligro por los cambios climáticos que el mundo está experimentando, cambios extremos en calor, lluvias o sequías extremas, como nunca antes habíamos visto, dijo el secretario general de la ONU, Antono Guterres.
- Los fenómenos extremos relacionados con el clima, el tiempo y el agua han provocado peligros 15 veces más mortales en África, el sur de Asia, América del Sur y Central y los pequeños estados insulares.
- El 70% de todas las muertes por desastres relacionados con el clima se produjeron en los 46 países más pobres durante los últimos 50 años.
Los cuatro pilares de las Alertas Tempranas para Todos
La iniciativa Alertas tempranas para todos se basa en cuatro pilares para ayudar a los países a crear y operar sistemas de alerta temprana multirriesgos eficaces e inclusivos:
- Conocimiento del riesgo de desastres: dirigido por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR)
- Detección, observación, seguimiento, análisis y previsión, a cargo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM)
- Difusión y comunicación de alertas, liderada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT)
- Capacidades de preparación y respuesta, lideradas por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR)
Los sistemas de alerta temprana han demostrado ser una solución rentable y fiable para proteger vidas y medios de subsistencia ante peligros naturales como inundaciones, olas de calor, tormentas y tsunamis. El Informe sobre la situación mundial (2022) revela que los países con una cobertura de alerta temprana sustancial o completa tienen una mortalidad por desastres ocho veces menor que los países con una cobertura limitada. Según la Comisión Mundial de Adaptación , avisar con tan solo 24 horas de antelación sobre un evento peligroso inminente puede reducir los daños en un 30%. Invertir tan solo 800 millones de dólares en esos sistemas en los países en desarrollo evitaría pérdidas de entre 3.000 y 16.000 millones de dólares anuales.
Dado que el 95 por ciento de la población mundial tiene acceso a redes de banda ancha móvil y casi el 75 por ciento posee un teléfono móvil, las redes móviles se han convertido en poderosos canales de comunicación que pueden llegar eficazmente a quienes viven en zonas de riesgo.